Emiliano Zapata, general mexicano (n. 1879)
Emiliano Zapata Salazar ( pronunciación en español: [emiˈljãno saˈpata] ; 8 de agosto de 1879 - 10 de abril de 1919) fue un revolucionario mexicano. Fue una figura destacada en la Revolución Mexicana de 1910-1920, el principal líder de la revolución popular en el estado mexicano de Morelos y la inspiración del movimiento agrario llamado zapatismo.
Zapata nació en la aldea rural de Anenecuilco en el estado de Morelos, en una época en que las comunidades campesinas sufrían una creciente presión de la clase pequeña terrateniente que monopolizaba la tierra y los recursos hídricos para la producción de caña de azúcar con el apoyo del dictador Porfirio Díaz (presidente 1877). -1880 y 1884-1911). Zapata participó desde el principio en movimientos políticos contra Díaz y los hacendados terratenientes, y cuando estalló la Revolución en 1910 se posicionó así como un líder central de la revuelta campesina en Morelos. Cooperando con varios otros líderes campesinos, formó el Ejército de Liberación del Sur, del cual pronto se convirtió en el líder indiscutible. Las fuerzas de Zapata contribuyeron a la caída de Díaz, derrotando al Ejército Federal en la Batalla de Cuautla (mayo de 1911), pero cuando el líder revolucionario Francisco I. Madero asumió la presidencia desmintió el papel de los zapatistas, denunciándolos como simples bandidos.
En noviembre de 1911 Zapata promulgó el Plan de Ayala, que pedía reformas agrarias sustanciales, redistribuyendo tierras a los campesinos. Madero envió al Ejército Federal a erradicar a los zapatistas de Morelos. Los generales de Madero emplearon una política de tierra arrasada, incendiando pueblos y sacando a la fuerza a sus habitantes, y reclutando a muchos hombres en el ejército o enviándolos a campos de trabajos forzados en el sur de México. Tales acciones fortalecieron la posición de Zapata entre los campesinos, y Zapata logró expulsar a las fuerzas de Madero (dirigidas por Victoriano Huerta) fuera de Morelos. En un golpe de Estado contra Madero en febrero de 1913, Huerta tomó el poder en México, pero una coalición de fuerzas constitucionalistas en el norte de México encabezada por Venustiano Carranza, Álvaro Obregón y Francisco "Pancho" Villa lo derrocaron en julio de 1914 con el apoyo de las tropas de Zapata. Zapata no reconoció la autoridad que ostentaba Carranza como líder del movimiento revolucionario, continuando su adhesión al Plan de Ayala.
A raíz de la victoria de los revolucionarios sobre Huerta, intentaron arreglar las relaciones de poder en la Convención de Aguascalientes (octubre a noviembre de 1914). Zapata y Villa rompieron con Carranza y México descendió a una guerra civil entre los vencedores. Consternado por la alianza con Villa, Zapata concentró sus energías en reconstruir la sociedad en Morelos (que ahora controlaba), instituyendo las reformas agrarias del Plan de Ayala. Cuando Carranza consolidó su poder y derrotó a Villa en 1915, Zapata inició una guerra de guerrillas contra los carrancistas, quienes a su vez invadieron Morelos, empleando una vez más tácticas de tierra arrasada para expulsar a los rebeldes zapatistas. Zapata volvió a tomar Morelos en 1917 y mantuvo la mayor parte del estado contra las tropas de Carranza hasta que murió en una emboscada en abril de 1919.
El artículo 27 de la Constitución Mexicana de 1917 fue redactado en respuesta a las demandas agrarias de Zapata. Después de su muerte, los generales zapatistas se alinearon con Obregón contra Carranza y ayudaron a expulsar a Carranza del poder (1920). En 1920 los zapatistas lograron obtener poderosos cargos en el gobierno de Morelos tras la caída de Carranza. Ellos instituyeron muchas de las reformas agrarias previstas por Zapata en Morelos.
Zapata sigue siendo una figura icónica en México, utilizada tanto como símbolo nacionalista como símbolo del movimiento neozapatista.