Masacre de Jallianwala Bagh: las tropas británicas matan a tiros a al menos 379 manifestantes desarmados en Amritsar, India; al menos 1200 están heridos.
La masacre de Jallianwala Bagh, también conocida como la masacre de Amritsar, tuvo lugar el 13 de abril de 1919. Una gran multitud pacífica se reunió en Jallianwala Bagh en Amritsar, Punjab, para protestar contra el arresto de los líderes independentistas indios, el Dr. Saifuddin Kitchlew y el Dr. Satya Pal. En respuesta a la reunión pública, el brigadier angloindio R. E. H. Dyer rodeó a los manifestantes con sus unidades del ejército indio británico Gurkha. Solo se podía salir del Jallianwala Bagh por un lado, ya que sus otros tres lados estaban rodeados por edificios. Después de bloquear la salida con sus tropas, les ordenó que dispararan contra la multitud y continuaron disparando incluso cuando los manifestantes intentaban huir. Las tropas siguieron disparando hasta que se agotaron sus municiones. Las estimaciones de los muertos varían entre 379 y más de 1500 personas y más de 1200 personas resultaron heridas, de las cuales 192 resultaron gravemente heridas. Las respuestas polarizaron tanto a los británicos como a los indios. El autor angloindio Rudyard Kipling declaró en ese momento que Dyer "cumplió con su deber tal como lo vio". Este incidente conmocionó a Rabindranath Tagore, un erudito indio y el primer premio Nobel asiático, hasta el punto de que renunció a su título de caballero.
La masacre provocó una reevaluación por parte del ejército británico de su papel militar contra los civiles a la "fuerza mínima siempre que sea posible", aunque las acciones británicas posteriores durante las insurgencias de Mau Mau en Kenia han llevado al historiador Huw Bennett a señalar que la nueva política podría aplicarse. aparte. El ejército fue reentrenado y desarrolló tácticas menos violentas para el control de multitudes. El nivel de brutalidad casual y la falta de rendición de cuentas sorprendieron a toda la nación, lo que resultó en una desgarradora pérdida de fe del público indio en general en las intenciones del Reino Unido. La investigación ineficaz, junto con los elogios iniciales para Dyer, alimentó una gran ira generalizada contra los británicos entre la población india, lo que llevó al movimiento de no cooperación de 1920-1922. Algunos historiadores consideran que el episodio fue un paso decisivo hacia el fin del dominio británico en la India. Gran Bretaña nunca se disculpó formalmente por la masacre, pero expresó su "profundo pesar" en 2019.