Ambrosio, arzobispo romano y santo (n. 338)
Ambrosio de Milán (latín: Aurelius Ambrosius; c. 339 - c. 397), venerado como San Ambrosio, fue el obispo de Milán, teólogo y estadista. Se expresó de manera destacada como figura pública, promoviendo ferozmente a la Iglesia latina contra el arrianismo y el paganismo. Dejó una importante colección de escritos, de los cuales los más conocidos incluyen el comentario ético De officiis ministrorum (377–391) y el exegético Exameron (386–390). Sus prédicas, sus acciones y sus obras literarias, además de su innovadora himnografía musical, lo convirtieron en una de las figuras eclesiásticas más influyentes del siglo IV.
Ambrosio se desempeñaba como gobernador romano de Aemilia-Liguria en Milán cuando inesperadamente fue nombrado obispo de Milán en 374 por aclamación popular. Como obispo, tomó una posición firme contra el arrianismo e intentó mediar en el conflicto entre los emperadores Teodosio I y Magnus Maximus. La tradición atribuye a Ambrosio el desarrollo de un canto antifonal, conocido como canto ambrosiano, y la composición del himno "Te Deum", aunque los eruditos modernos ahora rechazan ambas atribuciones. La autoría de Ambrosio en al menos cuatro himnos, incluido el conocido "Veni redemptor gentium", está segura; forman el núcleo de los himnos ambrosianos, que incluye otros que en ocasiones se le atribuyen. También tuvo una influencia notable en Agustín de Hipona (354-430), particularmente en su conversión al cristianismo.
Antes del siglo XVI, el cristianismo occidental identificaba a Ambrosio como uno de sus cuatro Doctores de la Iglesia tradicionales. Es considerado un santo por la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa Oriental, la Comunión Anglicana y varias denominaciones luteranas, y es venerado como el santo patrón de Milán y de los apicultores.