La Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán monta un ataque contra la base aérea H-3 y destruye alrededor de 50 aviones iraquíes.
El ataque aéreo H-3 (persa:) fue un ataque aéreo sorpresa de la Fuerza Aérea iraní durante la Guerra Irán-Irak el 4 de abril de 1981 contra las bases aéreas de la Fuerza Aérea iraquí en la Base Aérea H-3 en el oeste de Irak. Los iraníes destruyeron al menos 48 aviones iraquíes en tierra sin pérdidas propias. Según los resultados obtenidos, se considera una de las incursiones más exitosas en la historia de la guerra aérea.
La Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán (IRIAF; persa: نیروی هوایی ارتش جمهوری اسلامی ایران, Nirvi-ye Hevayi-ye Artesh-e Jimhuri-ye Eslâmi-ye Iran) es la rama de aviación del Ejército de la República Islámica de Irán. La Fuerza Aérea actual nació cuando se cambió el nombre de la Fuerza Aérea Imperial Iraní en 1979. Es una de las pocas fuerzas aéreas en el Medio Oriente con experiencia en una guerra convencional, habiendo librado la Guerra Irán-Irak. Ha llevado a cabo importantes operaciones como la Operación Kaman 99, la Operación Sultan 10, el ataque aéreo H-3 y el primer ataque a un reactor nuclear de la historia, la Operación Scorch Sword. Como resultado de luchar en una guerra aérea brutal e intensa sin parar durante 8 años, la IRIAF tiene la mayor cantidad de ases de combate en la región (además de la IAF), con hasta 7 personas con más de 6 muertes. La mayoría de estos ases alcanzaron su estatus volando el jet F-14 Tomcat. Evolucionando a partir de sus experiencias en ese conflicto, la IRIAF ha desarrollado tácticas reales probadas en combate y un cuadro de hábiles pilotos. Muchos de ellos, tanto veteranos de la guerra de 8 años como generales de alto rango, forman el núcleo del comando actual de la IRIAF.
La Fuerza Aérea ha intentado con cierto éxito mantener en servicio la gran cantidad de aviones fabricados en Estados Unidos que Irán adquirió durante el régimen del Shah. La Fuerza Aérea ha recurrido a la compra de aviones rusos y chinos, así como a la puesta en servicio de aviones ex-iraquíes y construidos localmente, para mantener una fuerza capaz. A partir de 2021, la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán posee 161 cazas, lo que la convierte en el decimoséptimo brazo aéreo más grande del mundo en términos de número de aviones de combate, según Global Firepower.