Versiones de El Grito y Madonna, dos pinturas de Edvard Munch, son robadas a punta de pistola de un museo en Oslo, Noruega.

Madonna es el título habitual que se da a varias versiones de una composición del pintor expresionista noruego Edvard Munch que muestra una figura femenina de medio cuerpo con el pecho desnudo creada entre 1892 y 1895 con pintura al óleo sobre lienzo. También produjo versiones impresas. La versión propiedad del Museo Munch de Oslo fue robada en 2004 pero recuperada dos años después. Otras dos versiones son propiedad de la Galería Nacional de Noruega y la Kunsthalle de Hamburgo. Otro es propiedad del empresario Nelson Blitz, y uno fue comprado en 1999 por Steven A. Cohen.

La impresión litográfica de la composición se distingue por un borde decorativo que representa espermatozoides retorciéndose, con una figura similar a un feto en la esquina inferior izquierda. La versión de 1893 de la pintura tenía un marco con decoración similar, pero luego fue retirado y perdido. La impresión también existe en varias versiones diferentes.

El Grito es el nombre popular que recibe una composición creada por el artista noruego Edvard Munch en 1893. El rostro agonizante de la pintura se ha convertido en una de las imágenes más icónicas del arte, visto como símbolo de la angustia de la condición humana. El trabajo de Munch, incluido El grito, continuaría teniendo una influencia formativa en el movimiento expresionista. Munch recordó que había salido a caminar al atardecer cuando, de repente, la luz del sol poniente convirtió las nubes en "un rojo sangre". Sintió un "grito infinito atravesando la naturaleza". Los estudiosos ubicaron el lugar en un fiordo con vista a Oslo y sugirieron otras explicaciones para el cielo anaranjado antinatural, que van desde los efectos de una erupción volcánica hasta una reacción psicológica de Munch al internamiento de su hermana en un manicomio cercano.

Munch creó dos versiones en pintura y dos en pasteles, así como una piedra litográfica de la que sobreviven varios grabados. Ambas versiones pintadas han sido robadas, pero recuperadas desde entonces. Una de las versiones en pastel obtuvo el cuarto precio nominal más alto pagado por una obra de arte en una subasta pública. El título noruego es Skrik (Grito), y el título alemán fue Der Schrei der Natur (El grito de la naturaleza).