Un motín en el complejo penitenciario de Palmasola en Santa Cruz, Bolivia, mata a 31 personas.

El 23 de agosto de 2013, estalló un motín en la prisión de Palmasola, una prisión de máxima seguridad en Santa Cruz, Bolivia. El motín comenzó cuando miembros de un bloque de celdas atacaron a una pandilla rival en otro, usando tanques de propano como lanzallamas. Murieron 31 personas, incluido un niño de 18 meses que vivía en la prisión. Treinta y siete más resultaron gravemente heridos. El motín generó llamados a reformar el sistema penitenciario boliviano, que está plagado de hacinamiento y largas demoras en el sistema judicial.