Un atentado suicida en un funeral en la ciudad pakistaní de Quetta mata al menos a 31 personas.
El 8 de agosto de 2013, un atacante suicida detonó una bomba en el funeral de un oficial de policía en Quetta, Pakistán, y mató a treinta y una personas e hirió a más de cincuenta. Ningún grupo ha asumido la responsabilidad del atentado, pero se cree que los talibanes estaban detrás del atentado. Un alto oficial de policía, Fayaz Sumbal, notó al terrorista suicida antes de que se hiciera estallar. Cuando Fayaz comenzó a buscar el cuerpo del atacante suicida, el atacante se inmoló. El atacante vestía una chaqueta que tenía cojinetes de bolas y metralla en el interior.