Guillermo I de los Países Bajos (n. 1772)
Guillermo I (Willem Frederik, príncipe de Orange-Nassau; 24 de agosto de 1772 - 12 de diciembre de 1843) fue un príncipe de Orange, rey de los Países Bajos y gran duque de Luxemburgo.
Era hijo del último estatúder de la República Holandesa, que se exilió a Londres en 1795 a causa de la Revolución de Batavia. Como compensación por la pérdida de todas las posesiones de su padre en los Países Bajos, se concluyó un acuerdo entre Francia y Prusia en el que William fue nombrado gobernante del recién creado Principado de Nassau-Orange-Fulda en 1803; sin embargo, esto duró poco y en 1806 fue depuesto por Napoleón. Con la muerte de su padre en 1806, se convirtió en Príncipe de Orange y gobernante del Principado de Orange-Nassau, que también perdió el mismo año después de la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico y la posterior creación de la Confederación del Rin en el mandato de Napoleón. En 1813, cuando Napoleón fue derrotado en la Batalla de Leipzig, los territorios de Orange-Nassau fueron devueltos a William y también se le pidió que se convirtiera en el Príncipe Soberano de los Países Bajos Unidos. Se proclamó rey de los Países Bajos el 16 de marzo de 1815. En ese año, Guillermo I concluyó un tratado con el rey Federico Guillermo III en el que cedió el Principado de Orange-Nassau a Prusia a cambio de convertirse en el nuevo Gran Duque de Luxemburgo. En 1839, además, se convirtió en duque de Limburgo como resultado del Tratado de Londres. Después de su abdicación en 1840, se autoproclamó Rey William Frederick, Conde de Nassau.