Al menos 72 personas mueren y más de 500 resultan heridas como consecuencia de los enfrentamientos entre aficionados de los equipos de fútbol egipcios Al-Masry y Al-Ahly en la ciudad de Port Said.
El 1 de febrero de 2012, se produjo un motín masivo en el estadio de Port Said en Port Said, Egipto, después de un partido de fútbol de la Premier League egipcia entre Masry y Ahly. Setenta y cuatro personas murieron y más de 500 resultaron heridas después de que miles de espectadores del Masry irrumpieran en las gradas del estadio y el campo tras la victoria de su equipo por 3-1 y atacaran violentamente a los aficionados del Ahly con palos, piedras, botellas y fuegos artificiales, atrapando dentro del tabique El Ahly del estadio. Muchas de las muertes se debieron a la negativa de la policía a abrir las puertas del estadio, atrapando a los fanáticos del Ahly adentro, dejando que algunos murieran y matando a otros en una estampida para escapar. Los disturbios civiles y los enfrentamientos severos continuaron hasta el 11 de febrero, pero las huelgas generales terminaron el 13 de febrero. Estallaron disturbios en El Cairo, Alejandría y Suez. La policía lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes, por lo que estallaron enfrentamientos en las calles debido a batallas de gases lacrimógenos. Los disturbios se calmaron y terminaron el 13 de febrero.
Setenta y tres acusados, incluidos nueve policías y dos funcionarios del club Al-Masry de Port Said, fueron acusados después de los disturbios. Al 15 de noviembre de 2015, 26 acusados fueron absueltos, incluidos siete policías y un funcionario del club Al-Masry. De los 47 condenados, 11 fueron condenados a muerte, diez recibieron penas de prisión de 15 años, nueve recibieron sentencias de 10 años, dieciséis recibieron sentencias de 5 años, incluidos dos policías y un funcionario del club Al-Masry, y uno recibió una sentencia de 1- año de condena. El Tribunal de Casación confirmó las sentencias el 20 de febrero de 2017.
Como resultado de la masacre, el gobierno egipcio cerró la liga nacional durante dos años, lo que afectó a la selección nacional egipcia.