Ochenta y siete países, incluidos los Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Soviética, firman el Tratado de Control de Armas de los Fondos Marinos que prohíbe las armas nucleares en el fondo del océano en aguas internacionales.
El Tratado de Control de Armas de los Fondos Marinos (o Tratado de los Fondos Marinos, formalmente el Tratado sobre la Prohibición del Emplazamiento de Armas Nucleares y Otras Armas de Destrucción Masiva en los Fondos Marinos y Oceánicos y en su Subsuelo) es un acuerdo multilateral entre las Naciones Unidas Unidos, Unión Soviética (ahora Rusia), Reino Unido y otros 91 países que prohíben el emplazamiento de armas nucleares o "armas de destrucción masiva" en el fondo del océano más allá de una zona costera de 12 millas (22,2 km). Permite a los signatarios observar todas las "actividades" en los fondos marinos de cualquier otro signatario más allá de la zona de 12 millas para garantizar el cumplimiento.
Al igual que el Tratado Antártico, el Tratado del Espacio Exterior y los tratados de Zonas Libres de Armas Nucleares, el Tratado de Control de Armas de los Fondos Marinos buscaba prevenir la introducción de conflictos internacionales y armas nucleares en un área hasta ahora libre de ellas. Sin embargo, llegar a un acuerdo sobre el fondo del mar implicó problemas que no se abordaron al enmarcar los otros dos acuerdos.