Los conquistadores españoles, encabezados por Nuño de Guzmán, derrocan y ejecutan a Tangaxuan II, el último monarca independiente del estado tarasco en el actual México central.

Nuño Beltrán de Guzmán (c. 1490 - 1558) fue un conquistador español y administrador colonial en la Nueva España. Fue gobernador de la provincia de Pánuco de 1525 a 1533 y de Nueva Galicia de 1529 a 1534, presidente de la primera Real Audiencia de México de 1528 a 1530. Fundó varias ciudades en el noroeste de México, entre ellas Guadalajara.

Originalmente guardaespaldas de Carlos V de España, fue enviado a México para contrarrestar la influencia del líder de la conquista española del Imperio azteca, Hernán Cortés, ya que al rey le preocupaba que se estuviera volviendo demasiado poderoso. Como gobernador de Pánuco, Guzmán reprimió duramente a los partidarios de Cortés, despojándolo a él y a sus partidarios de propiedades y derechos. Condujo numerosas expediciones de conquista en las áreas del noroeste de México, esclavizando a miles de indígenas y enviándolos a las colonias del Caribe. En las luchas de poder resultantes en las que también se convirtió en enemigo de importantes eclesiásticos, Guzmán salió perdiendo.

En 1537 fue apresado por traición, abuso de poder y malos tratos a los indígenas habitantes de sus territorios, y enviado a España encadenado. Su reputación posterior, en la erudición y el discurso popular, ha sido la de un tirano cruel, violento e irracional. Su legado se ha visto teñido en parte por el hecho de que la historia fue escrita en gran parte por sus oponentes políticos como Hernán Cortés, Juan de Zumárraga y Vasco de Quiroga.