Sin una declaración de guerra previa, las tropas rusas cruzan la frontera con Suecia en Abborfors, en el este de Finlandia, comenzando así la Guerra de Finlandia, en la que Suecia perderá la mitad oriental del país (es decir, Finlandia) ante Rusia.
La Guerra de Finlandia (sueco: Finska kriget, ruso: Финляндская война, finlandés: Suomen sota) se libró entre el Reino de Suecia y el Imperio Ruso del 21 de febrero de 1808 al 17 de septiembre de 1809. Como resultado de la guerra, el tercio oriental de Suecia se estableció como el Gran Ducado autónomo de Finlandia dentro del Imperio Ruso. Otros efectos notables fueron la adopción por parte del parlamento sueco de una nueva constitución y el establecimiento de la Casa de Bernadotte, la nueva casa real sueca, en 1818.