Golpe comunista en Checoslovaquia.
A fines de febrero de 1948, el Partido Comunista de Checoslovaquia, con respaldo soviético, asumió el control indiscutible del gobierno de Checoslovaquia. Marcó el inicio de cuatro décadas de gobierno del partido en el país. La importancia del golpe se extendió mucho más allá de los límites del estado, ya que fue un marcador claro en el camino ya muy avanzado hacia la Guerra Fría en toda regla. El evento alarmó a los países occidentales y ayudó a estimular la adopción rápida del Plan Marshall, la creación de un estado en Alemania Occidental, medidas paramilitares para mantener a los comunistas fuera del poder en Francia, Grecia y especialmente Italia, y pasos hacia la seguridad mutua que, en poco tiempo, durante un año, dan como resultado la creación de la OTAN y el trazado definitivo del Telón de Acero hasta las Revoluciones de 1989.