Se firma el Tratado de Maastricht, dando lugar a la creación de la Unión Europea.

El Tratado de la Unión Europea, comúnmente conocido como Tratado de Maastricht, es el tratado fundacional de la Unión Europea (UE). Concluido en 1992 entre los entonces doce estados miembros de las Comunidades Europeas, anunciaba "una nueva etapa en el proceso de integración europea" principalmente en disposiciones para una ciudadanía europea compartida, para la eventual introducción de una moneda única y (con menos precisión) para la política exterior y de seguridad común. Aunque se consideró que estos presagiaban una "Europa federal", el foco del debate constitucional se desplazó al Tratado de Lisboa de 2007 posterior. A raíz de la crisis de la deuda de la eurozona que se desarrolló a partir de 2009, la referencia más duradera al Tratado de Maastricht ha sido a las reglas de cumplimiento, los "criterios de Maastricht", para la unión monetaria.

En el contexto del final de la Guerra Fría y la reunificación de Alemania, y en previsión de una globalización acelerada, el tratado negoció tensiones entre los estados miembros que buscaban una integración más profunda y aquellos que deseaban retener un mayor control nacional. El compromiso resultante enfrentó lo que sería la primera de una serie de crisis de ratificación de tratados de la UE.