Comienza la Guerra Cristera en México.

La Guerra Cristera, también conocida como Rebelión Cristera o La Cristiada [la kɾisˈtjaða], fue una lucha generalizada en el centro y occidente de México en respuesta a la implementación de artículos secularistas y anticlericales de la Constitución de 1917. La rebelión fue instigada como respuesta a un decreto ejecutivo del presidente mexicano Plutarco Elías Calles para hacer cumplir draconianamente el artículo 130 de la Constitución, decisión conocida como Ley Calles. Calles buscó eliminar el poder de la Iglesia Católica, sus organizaciones afiliadas y suprimir la religiosidad popular.

El levantamiento rural en el centro-norte de México fue apoyado tácitamente por la jerarquía de la Iglesia y fue ayudado por partidarios católicos urbanos. El Ejército Mexicano recibió apoyo de los Estados Unidos. El embajador estadounidense Dwight W. Morrow negoció las negociaciones entre el gobierno de Calles y la Iglesia. El gobierno hizo algunas concesiones, la Iglesia retiró su apoyo a los combatientes cristeros y el conflicto terminó en 1929. La rebelión ha sido interpretada de diversas maneras como un acontecimiento importante en la lucha entre la Iglesia y el Estado que se remonta al siglo XIX con la Guerra de Reforma, como el último gran levantamiento campesino en México después del final de la fase militar de la Revolución Mexicana en 1920, y como un levantamiento contrarrevolucionario de campesinos prósperos y élites urbanas contra las reformas rurales y agrarias de la revolución.