El euro se introduce en 11 países miembros de la Unión Europea (con las excepciones del Reino Unido, Dinamarca, Grecia y Suecia; Grecia luego adopta el euro).

El euro (símbolo: €; código: EUR) es la moneda oficial de 19 de los 27 estados miembros de la Unión Europea. Este grupo de estados se conoce como la eurozona o, oficialmente, la zona del euro, e incluye alrededor de 343 millones de ciudadanos a partir de 2019. El euro, que se divide en 100 centavos, es la segunda moneda más grande y la segunda más negociada en el mercados internacionales para los diferentes tipos de transacciones relacionadas después del dólar estadounidense. La moneda también es utilizada oficialmente por las instituciones de la Unión Europea, por cuatro microestados europeos que no son miembros de la UE, el Territorio Británico de Ultramar de Akrotiri y Dhekelia, así como como unilateralmente por Montenegro y Kosovo. Fuera de Europa, varios territorios especiales de los miembros de la UE también utilizan el euro como moneda. Además, más de 200 millones de personas en todo el mundo utilizan monedas vinculadas al euro.

El euro es la segunda moneda de reserva más grande y la segunda moneda más negociada del mundo después del dólar estadounidense.

A diciembre de 2019, con más de 1,3 billones de euros en circulación, el euro tiene uno de los valores combinados de billetes y monedas en circulación más altos del mundo. El nombre euro se adoptó oficialmente el 16 de diciembre de 1995 en Madrid. El euro se introdujo en los mercados financieros mundiales como moneda contable el 1 de enero de 1999, reemplazando a la antigua Unidad Monetaria Europea (ECU) en una proporción de 1:1 (US$ 1,1743). Las monedas y billetes de euro físicos entraron en circulación el 1 de enero de 2002, convirtiéndose en la moneda operativa diaria de sus miembros originales, y en marzo de 2002 había reemplazado por completo a las monedas anteriores. Si bien el euro cayó a 0,83 dólares estadounidenses en dos años (26 de octubre de 2000), se ha negociado por encima del dólar estadounidense desde finales de 2002, alcanzando un máximo de 1,60 dólares estadounidenses el 18 de julio de 2008 y desde entonces regresando cerca de su tasa de emisión original. A finales de 2009, el euro se vio inmerso en la crisis de la deuda soberana europea, lo que llevó a la creación de la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera, así como otras reformas encaminadas a estabilizar y fortalecer la moneda.