Más de 100 personas mueren y 270 resultan heridas en varias explosiones de bombas en Pakistán.

El 10 de enero de 2013, se produjeron varios atentados con bomba en la ciudad de Quetta, capital de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, que mataron a un total de 130 personas e hirieron al menos a 270. Los atentados de Quetta provocaron protestas de la comunidad musulmana chiíta Hazara de la ciudad; El primer ministro de Pakistán, Raja Pervez Ashraf, respondió destituyendo al primer ministro de Baluchistán, Aslam Raisani, y reemplazándolo con Zulfikar Ali Magsi. El mismo día, una bomba explotó en el distrito de Swat, Khyber Pakhtunkhwa, matando a 22 personas e hiriendo a otras 60.