Federico el Grande, rey de Prusia (m. 1786)

Federico II (en alemán: Federico II; 24 de enero de 1712 - 17 de agosto de 1786) fue rey de Prusia desde 1740 hasta 1772 y rey ​​de Prusia desde 1772 hasta su muerte. Sus logros más significativos incluyen sus éxitos militares en las guerras de Silesia, su reorganización del ejército prusiano, la Primera Partición de Polonia y su patrocinio de las artes y la Ilustración. Federico fue el último monarca Hohenzollern titulado Rey de Prusia y se declaró rey de Prusia después de anexar la Prusia polaca de la Commonwealth polaco-lituana en 1772. Prusia aumentó enormemente sus territorios y se convirtió en una potencia militar importante en Europa bajo su gobierno. Se hizo conocido como Federico el Grande (alemán: Friedrich der Große) y fue apodado "El viejo Fritz" (alemán: "Der Alte Fritz").

En su juventud, Federico estaba más interesado en la música y la filosofía que en el arte de la guerra, lo que provocó enfrentamientos con su autoritario padre, Federico Guillermo I de Prusia. Sin embargo, al ascender al trono de Prusia, atacó y anexó la rica provincia austriaca de Silesia en 1742, ganando reconocimiento militar para él y Prusia. Luego se convirtió en un influyente teórico militar cuyo análisis surgió de su amplia experiencia personal en el campo de batalla y abarcó cuestiones de estrategia, táctica, movilidad y logística.

Federico era partidario del absolutismo ilustrado y afirmaba que el gobernante debería ser el primer servidor del estado. Modernizó la burocracia y el servicio civil prusianos y siguió políticas religiosas en todo su reino que iban desde la tolerancia hasta la segregación. Reformó el sistema judicial e hizo posible que hombres de menor estatus se convirtieran en jueces y altos burócratas. Frederick también alentó a inmigrantes de diversas nacionalidades y religiones a venir a Prusia, aunque promulgó medidas opresivas contra los católicos en Silesia y la Prusia polaca. Apoyó las artes y los filósofos que favoreció y permitió la libertad de prensa y literatura. Es casi seguro que Frederick era homosexual, y su sexualidad ha sido objeto de mucho estudio. Está enterrado en su residencia favorita, Sanssouci en Potsdam. Debido a que murió sin hijos, fue sucedido por su sobrino, Federico Guillermo II.

Casi todos los historiadores alemanes del siglo XIX convirtieron a Federico en un modelo romántico de guerrero glorificado, alabando su liderazgo, eficiencia administrativa, devoción al deber y éxito en convertir a Prusia en una gran potencia en Europa. Frederick siguió siendo una figura histórica admirada durante la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, y los nazis lo glorificaron como un gran líder alemán que prefiguraba a Adolf Hitler, quien personalmente lo idolatraba. Su reputación se volvió menos favorable en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, en parte debido a su condición de símbolo nazi. Independientemente, los historiadores del siglo XXI tienden a ver a Federico como un destacado líder militar y un monarca capaz, cuyo compromiso con la cultura ilustrada y la reforma administrativa sentaron las bases que permitieron al Reino de Prusia competir con los Habsburgo de Austria por el liderazgo entre los estados alemanes.