Tratado de Fusión: La Comunidad Europea se crea formalmente a partir de una fusión con el Mercado Común, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero y la Comisión Europea de Energía Atómica.
El Tratado de Fusión, también conocido como Tratado de Bruselas, fue un tratado europeo que unificó las instituciones ejecutivas de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) y la Comunidad Económica Europea (CEE). El tratado se firmó en Bruselas el 8 de abril de 1965 y entró en vigor el 1 de julio de 1967. Establecía que la Comisión de las Comunidades Europeas debería sustituir a la Alta Autoridad de la CECA, la Comisión de la CEE y la Comisión de Euratom, y que el Consejo de las Comunidades Europeas reemplace al Consejo Especial de Ministros de la CECA, el Consejo de la CEE y el Consejo de Euratom. Aunque cada Comunidad se mantuvo legalmente independiente, compartían instituciones comunes (antes de este tratado, ya compartían una Asamblea Parlamentaria y un Tribunal de Justicia) y juntas eran conocidas como las Comunidades Europeas. Este tratado es considerado por algunos como el verdadero comienzo de la Unión Europea moderna.
Este tratado fue derogado por el Tratado de Amsterdam firmado en 1997:
Sin perjuicio de los apartados siguientes, que tienen por objeto conservar los elementos esenciales de sus disposiciones, el Convenio de 25 de marzo de 1957 relativo a determinadas instituciones comunes a las Comunidades Europeas y el Tratado de 8 de abril de 1965 por el que se crea un Consejo único y un Consejo único Comisión de las Comunidades Europeas, pero con la excepción del Protocolo a que se refiere el apartado 5, quedará derogado.