Comienzan los disturbios en Newark, Nueva Jersey.

Los disturbios de Newark de 1967 fueron un episodio de conflicto armado violento en las calles de Newark, Nueva Jersey, Estados Unidos. Los disturbios de Newark, que tuvieron lugar durante un período de cuatro días (entre el 12 y el 17 de julio de 1967), provocaron al menos 26 muertos y cientos de heridos graves más. Serios daños a la propiedad, incluidos escaparates destrozados e incendios provocados por incendios provocados, dejaron gran parte del entorno construido de la ciudad dañado o destruido. En el punto álgido del conflicto, se pidió a la Guardia Nacional que ocupara la ciudad con tanques y otros equipos militares, lo que generó representaciones icónicas en los medios que se consideraron particularmente impactantes cuando se compartieron en la prensa nacional. A raíz de los disturbios, Newark fue abandonado con bastante rapidez por muchos de los residentes adinerados y de clase media que quedaban, así como por gran parte de su población blanca de clase trabajadora. Esta huida acelerada condujo a un período de décadas de desinversión y deterioro urbano, que incluyó índices delictivos en aumento y actividad de pandillas.

Los disturbios de Newark representaron un punto álgido en un conflicto a fuego lento entre elementos de la creciente población afroamericana de la ciudad, que recientemente se había convertido en una mayoría numérica, y su antiguo establecimiento político, que seguía dominado por miembros de grupos étnicos blancos (especialmente estadounidenses italianos, judíos e irlandeses) que habían ganado un punto de apoyo político en Newark durante generaciones anteriores. La corrupción endémica en el gobierno local, combinada con el prejuicio racial generalizado, probablemente contribuyó al fracaso de la ciudad, durante el período previo a 1967, para incluir una muestra representativa de la población negra de la ciudad en su estructura de poder político. Además, los disturbios de Newark fueron parte de un fenómeno nacional más amplio, y se encuentran entre los más de 150 llamados disturbios raciales que ocurrieron en los Estados Unidos en el "Verano Largo y Caliente de 1967". Algunos historiadores, centrándose en el elemento de protesta del conflicto, lo han denominado Rebelión de Newark de 1967.