Primero se implanta el corazón artificial autónomo AbioCor.
AbioCor fue un corazón artificial total (TAH) desarrollado por la empresa AbioMed con sede en Massachusetts. Era completamente implantable dentro de un paciente, debido a una combinación de avances en miniaturización, biosensores, plásticos y transferencia de energía. El AbioCor funcionaba con una fuente de energía recargable. La batería interna se cargaba mediante un sistema de transmisión de energía transcutánea (TET), lo que significa que ningún cable o tubo penetraba en la piel, lo que reducía el riesgo de infección. Sin embargo, debido a su tamaño, este corazón solo era compatible con hombres que tenían una estructura grande. Tenía una expectativa de vida útil del producto de 18 meses. AbioCor se introdujo quirúrgicamente en 15 pacientes en total, 14 de ellos durante un ensayo clínico y uno después de la aprobación de la FDA. Sin embargo, debido a la evidencia insuficiente de su eficacia, AbioMed abandonó el desarrollo posterior del producto.