Noruega es víctima de ataques terroristas gemelos, el primero fue una explosión de bomba contra edificios gubernamentales en el centro de Oslo, el segundo fue una masacre en un campamento juvenil en la isla de Utøya.
Los ataques de Noruega de 2011, denominados en Noruega como 22 de julio (noruego: 22. juli) o como 22/7, fueron dos ataques terroristas domésticos.
ataques de Anders Behring Breivik contra el gobierno, la población civil y un campamento de verano de la Workers' Youth League (AUF), en los que murieron 77 personas.
El primer ataque fue la explosión de un coche bomba en Oslo dentro de Regjeringskvartalet, el barrio del gobierno ejecutivo de Noruega, a las 15:25:22 (CEST). La bomba se colocó dentro de una camioneta junto a la torre que albergaba la oficina del entonces primer ministro Jens Stoltenberg. La explosión mató a ocho personas e hirió al menos a 209 personas, doce de gravedad. El segundo ataque ocurrió menos de dos horas después en un campamento de verano en la isla de Utøya en Tyrifjorden, Viken (entonces Buskerud). El campamento fue organizado por la AUF, la división juvenil del gobernante Partido Laborista Noruego (AP). Breivik, vestido con un uniforme de policía hecho en casa y mostrando una identificación falsa, tomó un ferry a la isla y abrió fuego contra los participantes, matando a 67 e hiriendo a 32. Entre los muertos estaban los amigos de Stoltenberg y el hermanastro de la princesa heredera de Noruega, Mette-Marit. El ataque fue el más mortífero en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial. Una encuesta encontró que uno de cada cuatro noruegos conocía a alguien afectado. La Unión Europea, la OTAN y varios países expresaron su apoyo a Noruega y condenaron los ataques. El Informe Gjørv de 2012 concluyó que la policía noruega podría haber evitado el atentado y capturado a Breivik más rápido en Utøya, y que se deberían haber implementado medidas para evitar más ataques y "mitigar los efectos adversos". La policía noruega arrestó a Breivik, un hombre de 32 años. extremista de derecha noruego, en la isla de Utøya y lo acusó de ambos ataques. Su juicio tuvo lugar entre el 16 de abril y el 22 de junio de 2012 en el Tribunal de Distrito de Oslo, donde Breivik admitió haber cometido los ataques, pero negó su culpabilidad penal y alegó la excepción de necesidad (jus necessitatis). El 24 de agosto, Breivik fue declarado culpable de los cargos y condenado a 21 años de prisión preventiva en prisión, la pena máxima permitida en Noruega.