D. W. Griffith, actor, director, productor y guionista estadounidense (n. 1875)

David Wark Griffith (22 de enero de 1875 - 23 de julio de 1948) fue un director de cine estadounidense. Considerado una de las figuras más influyentes en la historia del cine, fue pionero en muchos aspectos de la edición de películas y amplió el arte de la narrativa cinematográfica. Griffith es conocido por el público moderno principalmente por dirigir la película El nacimiento de una nación (1915). . Una de las películas de mayor éxito financiero de todos los tiempos, generó enormes ganancias para los inversores, pero también atrajo mucha controversia por sus representaciones degradantes de los afroamericanos, la glorificación del Ku Klux Klan y el punto de vista racista. La película provocó disturbios en varias ciudades importantes de los Estados Unidos e intentos de la NAACP de prohibir la película. Griffith hizo su próxima película Intolerancia (1916) como una respuesta a los críticos, que sintió que difamaban injustamente su trabajo.

Junto con Charlie Chaplin, Mary Pickford y Douglas Fairbanks, Griffith fundó el estudio United Artists en 1919 con el objetivo de permitir a los actores y directores hacer películas en sus propios términos y no en los de los estudios comerciales. Varias de las películas posteriores de Griffith tuvieron éxito, incluidas Broken Blossoms (1919), Way Down East (1920) y Orphans of the Storm (1921), pero los altos costos en los que incurrió para la producción y promoción a menudo lo llevaron al fracaso comercial. Había realizado aproximadamente 500 películas en el momento de su último largometraje, The Struggle (1931), todas menos tres completamente mudas.

Griffith tiene un legado complicado. Aunque lejos de serlo universalmente, fue una figura ampliamente celebrada y respetada durante su vida, y los historiadores del cine moderno todavía lo reconocen por sus contribuciones técnicas al oficio de hacer cine. Sin embargo, muchos críticos han caracterizado tanto a Griffith como a su obra (sobre todo, El nacimiento de una nación) como racistas, tanto durante su vida como en las décadas posteriores a su muerte. Los historiadores citan con frecuencia El nacimiento de una nación como un factor importante en el renacimiento del KKK en el siglo XX, y sigue siendo un trabajo polarizador hasta el día de hoy.