Alfonso X es proclamado rey de Castilla y León.
Alfonso X (también conocido como el Sabio, español: el Sabio; 23 de noviembre de 1221 - 4 de abril de 1284) fue el rey de Castilla, León y Galicia desde el 30 de mayo de 1252 hasta su muerte en 1284. Durante la elección de 1257, una facción disidente lo eligió para ser rey de Alemania el 1 de abril. Renunció a su derecho a Alemania en 1275 y, al crear una alianza con el Reino de Inglaterra en 1254, también renunció a su derecho al Ducado de Gascuña.
Alfonso X fomentó el desarrollo de una corte cosmopolita que fomentaba el aprendizaje. Se animó a los judíos, musulmanes y cristianos a tener un papel destacado en su corte. Como resultado de su fomento de la traducción de obras del árabe y el latín a la lengua vernácula de Castilla, se produjeron muchos cambios intelectuales, incluido el fomento del uso del castellano como lengua principal de la educación superior, la ciencia y el derecho.
Alfonso fue un prolífico autor de poesía gallega, como las Cantigas de Santa María, que destacan tanto por su contenido musical como por su mérito literario. Los intereses científicos de Alfonso, a veces se le apoda el Astrólogo (el Astrólogo), lo llevaron a patrocinar la creación de las tablas Alfonsine, y el cráter Alphonsus en la luna lleva su nombre. También patrocinó el trabajo de los historiadores, que por primera vez situaron a España —él la hubiera llamado así— en el contexto de la historia universal. Como legislador introdujo el primer código legal vernáculo en Castilla, las Siete Partidas. Creó la Mesta, una asociación de criadores de ovejas en la llanura central, pero degradó la acuñación para financiar su derecho a la corona alemana. Peleó una guerra exitosa con Portugal, pero menos exitosa con Granada. El final de su reinado se vio empañado por una guerra civil con su hijo mayor superviviente, el futuro Sancho IV, que continuó tras su muerte.