La Ley de Igualdad Salarial de 1963, destinada a abolir la disparidad salarial basada en el sexo, fue promulgada por John F. Kennedy como parte de su Programa Nueva Frontera.
La Ley de Igualdad Salarial de 1963 es una ley laboral de los Estados Unidos que modifica la Ley de Normas Laborales Justas, con el objetivo de abolir la disparidad salarial basada en el sexo (ver brecha salarial de género). Fue promulgada como ley el 10 de junio de 1963 por John F. Kennedy como parte de su Programa Nueva Frontera. Al aprobar el proyecto de ley, el Congreso declaró que la discriminación sexual:
deprime los salarios y el nivel de vida de los empleados necesarios para su salud y eficiencia;
impide la máxima utilización de los recursos laborales disponibles;
tiende a generar conflictos laborales, gravando, afectando y entorpeciendo el comercio;
grava el comercio y la libre circulación de mercancías en el comercio; y
constituye un método de competencia desleal. La ley establece en parte que "[n]ingún empleador que tenga empleados sujetos a las disposiciones de esta sección [sección 206 del título 29 del Código de los Estados Unidos] discriminará, dentro de cualquier establecimiento en el que dichos empleados están empleados, entre empleados sobre la base del sexo mediante el pago de salarios a los empleados en dicho establecimiento a una tasa inferior a la tasa a la que paga salarios a los empleados del sexo opuesto en dicho establecimiento por igual trabajo en trabajos [] el desempeño de que requieran igual habilidad, esfuerzo y responsabilidad, y que se realicen en condiciones de trabajo similares, excepto cuando dicho pago se realice conforme a (i) un sistema de antigüedad; (ii) un sistema de méritos; (iii) un sistema que mida las ganancias por cantidad o calidad de la producción; o (iv) un diferencial basado en cualquier otro factor que no sea el sexo […]”.