Federico I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (n. 1122)

Federico Barbarroja (1122 - 10 de junio de 1190), también conocido como Federico I (alemán: Federico I, italiano: Federico I), fue emperador del Sacro Imperio Romano Germánico desde 1155 hasta su muerte 35 años después. Fue elegido Rey de Alemania en Frankfurt el 4 de marzo de 1152 y coronado en Aquisgrán el 9 de marzo de 1152. Fue coronado Rey de Italia el 24 de abril de 1155 en Pavía y emperador por el Papa Adriano IV el 18 de junio de 1155 en Roma. Dos años más tarde, el término sacrum ("santo") apareció por primera vez en un documento relacionado con su imperio. Más tarde fue coronado formalmente rey de Borgoña, en Arles el 30 de junio de 1178. Las ciudades del norte de Italia que intentó gobernar lo llamaron Barbarroja: Barbarroja significa "barba roja" en italiano; en alemán, era conocido como Kaiser Rotbart, que significa "Emperador Barbarroja" en inglés. El predominio del apodo italiano, incluso en el uso alemán posterior, refleja la centralidad de las campañas italianas en su carrera.

Antes de su elección imperial, Federico era por herencia duque de Suabia (1147-1152, como Federico III). Era hijo del duque Federico II de la dinastía Hohenstaufen y Judith, hija de Enrique IX, duque de Baviera, de la casa rival de Welf. Federico, por lo tanto, descendía de las dos principales familias de Alemania, lo que lo convertía en una opción aceptable para los príncipes electores del Imperio.

Los historiadores lo consideran uno de los más grandes emperadores medievales del Sacro Imperio Romano Germánico. Combinó cualidades que lo hicieron parecer casi sobrehumano a sus contemporáneos: su longevidad, su ambición, sus extraordinarias habilidades en la organización, su perspicacia en el campo de batalla y su perspicacia política. Sus contribuciones a la sociedad y la cultura de Europa Central incluyen el restablecimiento del Corpus Juris Civilis, o el estado de derecho romano, que contrarrestó el poder papal que dominó los estados alemanes desde la conclusión de la Controversia de las Investiduras.

Debido a su popularidad y notoriedad, en el siglo XIX y principios del XX, muchos movimientos y regímenes lo instrumentalizaron como símbolo político: el Risorgimento, el gobierno guillermino en Alemania (especialmente bajo el emperador Guillermo I) y el movimiento nacionalsocialista, lo que resultó en en leyendas doradas y oscuras. Los investigadores modernos, mientras exploran el legado de Federico, intentan descubrir las leyendas y reconstruir la verdadera figura histórica; estos esfuerzos dan como resultado nuevas perspectivas tanto sobre el emperador como persona como sobre los desarrollos sociales asociados con él.

Federico murió en 1190 en Asia Menor mientras dirigía un ejército en la Tercera Cruzada.