Richard Neville, decimosexto conde de Warwick, y Edward, conde de March, desembarcan en Inglaterra con un ejército rebelde y marchan sobre Londres.
Richard Neville, decimosexto conde de Warwick (22 de noviembre de 1428 - 14 de abril de 1471), conocido como Warwick the Kingmaker, fue un noble, administrador y comandante militar inglés. El hijo mayor de Richard Neville, quinto conde de Salisbury, se convirtió en conde de Warwick a través del matrimonio y fue el par inglés más rico y poderoso de su época, con conexiones políticas que iban más allá de las fronteras del país. Uno de los líderes en las Guerras de las Rosas, originalmente del lado de York pero luego cambió al lado de Lancaster, jugó un papel decisivo en la deposición de dos reyes, lo que llevó a su epíteto de "Hacedor de reyes".
A través de las fortunas del matrimonio y la herencia, Warwick emergió en la década de 1450 en el centro de la política inglesa. Originalmente, era partidario del rey Enrique VI; sin embargo, una disputa territorial con Edmund Beaufort, duque de Somerset, lo llevó a colaborar con Ricardo, duque de York, para oponerse al rey. De este conflicto, ganó el puesto estratégicamente valioso de Capitán de Calais, una posición que lo benefició enormemente en los años venideros. El conflicto político más tarde se convirtió en una rebelión a gran escala, donde York fue asesinado en la batalla, al igual que el padre de Warwick, Salisbury. Sin embargo, el hijo de York triunfó más tarde con la ayuda de Warwick y fue coronado rey Eduardo IV. Edward inicialmente gobernó con el apoyo de Warwick, pero los dos luego se pelearon por la política exterior y la decisión del rey de casarse con Elizabeth Woodville. Después de un complot fallido para coronar al hermano de Eduardo, Jorge, duque de Clarence, Warwick devolvió el trono a Enrique VI. Sin embargo, el triunfo duró poco: el 14 de abril de 1471, Warwick fue derrotado por Edward en la batalla de Barnet y asesinado.
El legado histórico de Warwick ha sido motivo de mucha controversia. La opinión histórica ha alternado verlo como un egocéntrico y temerario, y verlo como una víctima de los caprichos de un rey desagradecido. Sin embargo, en general se acepta que en su época disfrutó de una gran popularidad en todos los estratos de la sociedad y que tenía la habilidad de apelar a los sentimientos populares en busca de apoyo político.