El Papa Marcelino comienza su papado.
El Papa Marcelino fue obispo de Roma desde el 30 de junio de 296 hasta su muerte en 304. Algunas fuentes le formularon una acusación histórica en el sentido de que podría haber renunciado al cristianismo durante la persecución de los cristianos por parte del emperador Diocleciano antes de arrepentirse después, lo que explicaría por qué se le omite de las listas de mártires. La acusación es rechazada, entre otros, por Agustín de Hipona. Hoy es venerado como santo en la Iglesia Católica y en la Iglesia Ortodoxa Serbia.