Se promulga un nuevo Instrumento de Gobierno que convierte a Suecia en una monarquía parlamentaria.

Las Leyes Básicas de Suecia (sueco: Sveriges grundlagar) son las cuatro leyes constitucionales del Reino de Suecia que regulan el sistema político sueco, actuando de manera similar a las constituciones de la mayoría de los países.

Estas cuatro leyes son: el Instrumento de Gobierno (sueco: Regeringsformen), la Ley de Libertad de Prensa (sueco: Tryckfrihetsförordningen), la Ley Fundamental de Libertad de Expresión (sueco: Yttrandefrihetsgrundlagen) y la Ley de Sucesión (sueco: Successionsordningen). Juntos, constituyen un marco básico que está por encima de otras leyes y regulaciones, y también definen qué acuerdos están por encima de la ley sueca normal.

La Ley del Parlamento (sueco: Riksdagsordningen) generalmente se considera a medio camino entre una ley fundamental y una ley normal, con ciertos capítulos principales que otorgan protecciones similares a las leyes fundamentales, mientras que otros capítulos adicionales requieren solo una mayoría parlamentaria simple. Para enmendar o revisar una ley fundamental, el Riksdag necesita aprobar los cambios dos veces en dos períodos sucesivos con mayorías cualificadas, con la celebración de elecciones generales en el medio. La primera votación puede ser reemplazada por un referéndum.