Protestas contra la corrupción en toda Rusia en 99 ciudades. La encuesta del Centro Levada mostró que el 38% de los rusos encuestados apoyaban las protestas y que el 67% responsabilizaba personalmente a Putin por la corrupción de alto nivel.

Las protestas rusas de 2017-2018 fueron una larga serie de acciones de protesta y manifestaciones callejeras en todo el país en la Federación Rusa, que se preocuparon principalmente por reprimir la corrupción en el gobierno ruso (desde el 26 de marzo de 2017 hasta la primavera de 2018) y abandonar el aumento planificado de la edad de jubilación ( desde el 14 de junio de 2018 hasta finales de 2018).

Las protestas contra la corrupción comenzaron en marzo de 2017, pero se unieron y se superpusieron con las protestas de pensiones rusas de 2018. Las protestas contra la corrupción fueron dirigidas principalmente por Alexey Navalny, a quien se unieron participantes conocidos como el Partido Libertario, Rusia Abierta y Artpodgotovka. Se produjeron como consecuencia de las secuelas de la crisis financiera rusa (2014-2016), aunque tenían su raíz en la corrupción en los distintos niveles hasta las más altas esferas del poder ruso.

Las protestas y manifestaciones contra la corrupción en el gobierno ruso comenzaron en marzo de 2017 tras el estreno de la película de investigación He Is Not Dimon to You de la Fundación Anticorrupción de Navalny, en un momento en que el país ya estaba tenso. El descontento fue provocado por la supuesta actividad corrupta del primer ministro Dmitry Medvedev tal como se presenta en la película, la demolición de apartamentos en Moscú mal planificada y las prolongadas huelgas de camioneros relacionadas con el sistema de peaje Platon, que había estado en curso desde 2015.

Las protestas nacionales contra la presunta corrupción en Rusia tuvieron lugar simultáneamente en más de 100 ciudades de todo el país el 26 de marzo de 2017. Fueron provocadas por la respuesta desdeñosa de las autoridades rusas a la película de investigación publicada He Is Not Dimon to You, que había obtenido más de 23 millones de visitas en YouTube. Para el domingo por la noche, la policía antidisturbios con chalecos antibalas y cascos había detenido a más de 1000 manifestantes en el centro de Moscú, mientras la multitud, que sumaba decenas de miles, vitoreaba, silbaba y coreaba "¡Qué vergüenza!", "¡Medvedev, renuncie!" y "¡Putin es un ladrón!" La encuesta del Centro Levada mostró que el 38% de los rusos encuestados apoyó las protestas y que el 67% responsabilizó a Putin "en su totalidad" o "en gran medida" por la corrupción de alto nivel. El 12 de junio de 2017 se produjo una nueva ola de protestas masivas. Tras la detención de Navalny el 29 de septiembre, horas antes de una manifestación prevista en Nizhny Novgorod, se anunció una nueva oleada de protestas para el 7 de octubre, día del nacimiento de Putin. Las protestas y los levantamientos continuaron en 2018, con tendencia a la radicalización, y el 5 de mayo, dos días antes de la toma de posesión de Putin, se detuvo a un número récord de manifestantes. Se realizaron mítines masivos en más de 60 ciudades de toda Rusia.