Una explosión suicida en el parque Gulshan-e-Iqbal, Lahore, cobra más de 70 vidas y deja casi 300 heridos. El objetivo del bombardeo son los cristianos que celebran la Pascua.

El 27 de marzo de 2016, Domingo de Pascua, al menos 75 personas murieron y más de 340 resultaron heridas en un atentado suicida que golpeó la entrada principal del Parque Gulshan-e-Iqbal, uno de los parques más grandes de Lahore, Pakistán. El ataque tuvo como objetivo a los cristianos que celebraban la Pascua. La mayoría de las víctimas eran mujeres y niños. Jamaat-ul-Ahrar, un grupo afiliado a los talibanes paquistaníes, se atribuyó la responsabilidad del ataque. El ataque provocó la condena mundial y el duelo nacional en todo Pakistán. Pakistán también lanzó una operación antiterrorista generalizada en el sur de Punjab, arrestando a más de 200 personas.