Censura: en Alemania, los nazis organizan quemas públicas masivas de libros.
Las quemas de libros nazis fueron una campaña realizada por la Unión de Estudiantes Alemanes (en alemán: Deutsche Studentenschaft, DSt) para quemar libros de manera ceremonial en la Alemania nazi y Austria en la década de 1930. Los libros que se quemaron fueron aquellos considerados subversivos o que representaban ideologías opuestas al nazismo. Estos incluían libros escritos por autores judíos, comunistas, socialistas, anarquistas, liberales, pacifistas y sexólogos, entre otros. Los libros iniciales quemados fueron los de Karl Marx y Karl Kautsky, pero llegaron a incluir a muchos autores, incluidos Albert Einstein, Helen Keller, escritores en francés e inglés, y efectivamente cualquier libro que no apoyara ardientemente al nazismo. En una campaña de genocidio cultural, los nazis también quemaron libros en masa en los territorios ocupados.
La censura es la supresión del discurso, la comunicación pública u otra información. Esto se puede hacer sobre la base de que dicho material se considera objetable, dañino, sensible o "inconveniente". La censura puede ser realizada por gobiernos, instituciones privadas y otros organismos de control.
Los gobiernos y las organizaciones privadas pueden ejercer la censura. Otros grupos o instituciones pueden proponer y solicitar la censura. Cuando un individuo, como un autor u otro creador, se involucra en la censura de sus propias obras o discursos, se lo denomina autocensura. La censura general ocurre en una variedad de medios diferentes, incluidos el discurso, los libros, la música, las películas y otras artes, la prensa, la radio, la televisión e Internet por una variedad de razones alegadas, incluida la seguridad nacional, para controlar la obscenidad, la pornografía y discurso de odio, para proteger a los niños u otros grupos vulnerables, para promover o restringir puntos de vista políticos o religiosos, y para prevenir la calumnia y el libelo.
La censura directa puede o no ser legal, según el tipo, la ubicación y el contenido. Muchos países brindan fuertes protecciones contra la censura por ley, pero ninguna de estas protecciones es absoluta y, con frecuencia, se hace un reclamo de necesidad para equilibrar los derechos en conflicto, a fin de determinar qué se puede censurar y qué no. No hay leyes contra la autocensura.