Charles Maurice de Talleyrand-Périgord, obispo y político francés, primer ministro de Francia (n. 1754)

Charles-Maurice de Talleyrand-Périgord (, francés: [ʃaʁl mɔʁis də tal (ɛ) ʁɑ̃ peʁiɡɔʁ, - moʁ-]; 2 de febrero de 1754 - 17 de mayo de 1838), primer príncipe de Benevento, luego príncipe de Talleyrand, fue un clérigo francés y destacado diplomático. Después de estudiar teología, se convirtió en Agente General del Clero en 1780. En 1789, justo antes de la Revolución Francesa, se convirtió en obispo de Autun. Trabajó en los niveles más altos de los sucesivos gobiernos franceses, más comúnmente como ministro de Relaciones Exteriores o en alguna otra capacidad diplomática. Su carrera abarcó los regímenes de Luis XVI, los años de la Revolución Francesa, Napoleón, Luis XVIII y Luis Felipe. Aquellos a los que sirvió Talleyrand a menudo desconfiaban de él pero, como Napoleón, lo encontraron extremadamente útil. El nombre "Talleyrand" se ha convertido en sinónimo de diplomacia astuta y cínica.

Fue el principal diplomático de Napoleón durante los años en que las victorias militares francesas pusieron a un estado europeo tras otro bajo la hegemonía francesa. Sin embargo, la mayor parte del tiempo, Talleyrand trabajó por la paz para consolidar los logros de Francia. Logró obtener la paz con Austria a través del Tratado de Luneville de 1801 y con Gran Bretaña en el Tratado de Amiens de 1802. No pudo evitar la reanudación de la guerra en 1803, pero en 1805 se opuso a las renovadas guerras de su emperador contra Austria, Prusia y Rusia. Renunció como ministro de Relaciones Exteriores en agosto de 1807, pero mantuvo la confianza de Napoleón. Conspiró para socavar los planes del emperador a través de tratos secretos con el zar Alejandro de Rusia y el ministro austríaco Metternich. Talleyrand buscó una paz segura negociada para perpetuar los logros de la revolución francesa. Napoleón rechazó la paz y, cuando cayó en 1814, Talleyrand apoyó la Restauración borbónica decidida por los Aliados. Desempeñó un papel importante en el Congreso de Viena en 1814-1815, donde negoció un acuerdo favorable para Francia y desempeñó un papel en el desmantelamiento de las conquistas de Napoleón.

Talleyrand polariza la opinión académica. Algunos lo consideran uno de los diplomáticos más versátiles, hábiles e influyentes de la historia europea, y algunos creen que fue un traidor, traicionando a su vez al Antiguo Régimen, la Revolución Francesa, Napoleón y la Restauración.