Caída de Acre, fin de la presencia de los cruzados en Tierra Santa.
El asedio de Acre (también llamado la caída de Acre) tuvo lugar en 1291 y resultó en que los cruzados perdieran el control de Acre ante los mamelucos. Es considerada una de las batallas más importantes de la época. Aunque el movimiento cruzado continuó durante varios siglos más, la captura de la ciudad marcó el final de más cruzadas hacia el Levante. Cuando cayó Acre, los cruzados perdieron su último gran bastión del Reino cruzado de Jerusalén. Todavía mantenían una fortaleza en la ciudad norteña de Tartus (hoy en el noroeste de Siria), participaron en algunas incursiones costeras e intentaron una incursión desde la pequeña isla de Ruad, pero cuando también la perdieron en 1302 en el asedio de Ruad, los cruzados ya no controlaban ninguna parte de Tierra Santa.