Durante la guerra anglo-iraquí, las tropas británicas toman Faluya.
La guerra anglo-iraquí fue una campaña militar aliada dirigida por los británicos durante la Segunda Guerra Mundial contra el Reino de Irak bajo el mando de Rashid Ali, quien había tomado el poder en el golpe de estado iraquí de 1941, con la ayuda de Alemania e Italia. La campaña resultó en la caída del gobierno de Ali, la reocupación de Irak por parte de los británicos y el regreso al poder del regente de Irak, el príncipe 'Abd al-Ilah, un aliado británico.