Siete personas, incluido el perpetrador, mueren y otras 14 resultan heridas en una ola de asesinatos cerca del campus de la Universidad de California en Santa Bárbara.

Los asesinatos de Isla Vista de 2014 fueron una serie de ataques terroristas misóginos mortales en Isla Vista, California. En la noche del 23 de mayo, Elliot Rodger, de 22 años,

mató a seis personas e hirió a otras catorce -por disparos, apuñalamientos y embestidas de vehículos- cerca del campus de la Universidad de California, Santa Bárbara (UCSB), y luego se suicidó.

Rodger mató a puñaladas a tres hombres en su apartamento, aparentemente uno por uno a su llegada. Aproximadamente tres horas después, condujo hasta una casa de hermandad y, después de no poder entrar, disparó a tres mujeres afuera, dos de las cuales murieron. Luego pasó por delante de una tienda de delicatessen cercana y mató a tiros a un estudiante que estaba dentro. Luego comenzó a conducir a través de Isla Vista, disparó e hirió a varios peatones desde su automóvil y golpeó a varios otros con su automóvil. Intercambió disparos con la policía dos veces y resultó herido en la cadera. Después de que su automóvil chocara contra un vehículo estacionado, lo encontraron muerto adentro con una herida de bala autoinfligida en la cabeza.

Antes de conducir a la casa de la hermandad, Rodger subió un video a YouTube titulado "La retribución de Elliot Rodger", en el que describió su ataque planeado y sus motivos. Explicó que quería castigar a las mujeres por rechazarlo ya los hombres sexualmente activos porque los envidiaba. También envió por correo electrónico un extenso manuscrito autobiográfico a conocidos, su terapeuta y miembros de la familia; el documento apareció en Internet y se hizo ampliamente conocido como su manifiesto. En él, describió su infancia, los conflictos familiares, la frustración por su incapacidad para encontrar novia, su odio a las mujeres, su desprecio por las parejas (en particular, las parejas interraciales) y sus planes de lo que describió como "retribución". En febrero de 2020, el Centro Internacional para la Lucha contra el Terrorismo en La Haya describió retroactivamente los asesinatos como un acto de terrorismo misógino.