Al menos 46 personas mueren como consecuencia de las inundaciones provocadas por un tornado en Texas y Oklahoma.

Precedido por más de una semana de fuertes lluvias, un sistema de tormentas de movimiento lento dejó caer tremendas precipitaciones en gran parte de Texas y Oklahoma durante las noches del 24 al 26 de mayo de 2015, provocando inundaciones sin precedentes. Además, muchas áreas reportaron actividad de tornados y relámpagos. Particularmente afectadas fueron las áreas a lo largo del río Blanco en el condado de Hays, Texas, donde se arrasaron bloques enteros de casas. En la mañana del 26 de mayo, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una emergencia por inundación repentina para el suroeste del condado de Harris (que incluye la ciudad de Houston) y el noreste del condado de Fort Bend. El sistema también produjo tornados mortales en partes de México, Texas y Oklahoma.