David I de Escocia (n. 1083)
David I o Dauíd mac Maíl Choluim (Moderno: Daibhidh I mac [Mhaoil] Chaluim; c. 1084 - 24 de mayo de 1153) fue un gobernante del siglo XII que fue príncipe de Cumbria de 1113 a 1124 y más tarde rey de Escocia de 1124 a 1153. El hijo menor de Malcolm III y Margarita de Wessex, David pasó la mayor parte de su infancia en Escocia, pero fue exiliado temporalmente a Inglaterra en 1093. Quizás después de 1100, pasó a depender de la corte del rey Enrique I. Allí estuvo influenciado por la cultura anglo-francesa de la corte.
Cuando el hermano de David, Alejandro I, murió en 1124, David decidió, con el respaldo de Enrique I, tomar el Reino de Escocia (Alba) para sí mismo. Se vio obligado a participar en la guerra contra su rival y sobrino, Máel Coluim mac Alaxandair. Someter a este último parece haber llevado a David diez años, una lucha que implicó la destrucción de Óengus, Mormaer de Moray. La victoria de David permitió la expansión del control sobre regiones más distantes, teóricamente parte de su Reino. Después de la muerte de su antiguo mecenas Enrique I, David apoyó los reclamos de la hija de Enrique y su propia sobrina, la emperatriz Matilde, al trono de Inglaterra. En el proceso, entró en conflicto con el rey Esteban y pudo expandir su poder en el norte de Inglaterra, a pesar de su derrota en la Batalla del Estandarte en 1138. David I es un santo de la Iglesia Católica, y su fiesta se celebra el 24 de mayo. Muchos estudiosos utilizan el término "Revolución davidiana" para resumir los cambios que tuvieron lugar en Escocia durante su reinado. Estos incluyeron su fundación de burgos y mercados regionales, la implementación de los ideales de la Reforma Gregoriana, la fundación de monasterios, la normanización del gobierno escocés y la introducción del feudalismo a través de inmigrantes franceses y caballeros anglo-franceses.