Se adopta la Constitución rusa de 1906 (el 23 de abril según el calendario juliano).

La Constitución rusa de 1906 hace referencia a una importante revisión de las Leyes Fundamentales del Imperio Ruso de 1832, que transformó el antiguo estado absolutista en uno en el que el emperador acordó por primera vez compartir su poder autocrático con un parlamento. Fue promulgada el 6 de mayo [O.S. 23 de abril] 1906, en vísperas de la apertura de la primera Duma estatal. Esta primera Constitución rusa fue una revisión de las Leyes Fundamentales anteriores, que se habían publicado como el Código de Leyes del Imperio Ruso (en ruso: Свод законов Российской империи, ortografía rusa anterior a 1917: Сводъ законовъ Россійской иім2) en 183). Fue otorgado durante la Revolución Rusa de 1905, en un último esfuerzo del gobierno imperial para preservar su propia existencia y evitar la desintegración del imperio.

La nueva constitución preveía un parlamento ruso bicameral, sin cuya aprobación no se promulgarían leyes en Rusia. Esta legislatura estaba compuesta por una cámara alta, conocida como el Consejo de Estado, y una cámara baja, conocida como la Duma del Estado. La mitad de los miembros de la cámara alta fueron designados por el zar, mientras que la otra mitad fue elegida por diversos intereses gubernamentales, clericales y comerciales. Los miembros de la cámara baja debían ser elegidos por diferentes clases del pueblo ruso, a través de un complejo esquema de elecciones indirectas, con el sistema ponderado para asegurar la preponderancia final de las clases adineradas. Si bien la Duma tenía el poder de legislar y el derecho a cuestionar a los ministros del zar, no tenía control sobre su nombramiento o destitución, que estaba reservado únicamente al monarca. Tampoco podía alterar la constitución, salvo por iniciativa del emperador. El zar retuvo un veto absoluto sobre la legislación, así como el derecho de destituir la Duma en cualquier momento, por cualquier motivo que considerara adecuado. El emperador también tenía derecho a emitir decretos durante la ausencia de la Duma, aunque estos perdían su validez si el nuevo parlamento no los aprobaba en dos meses.

Esta carta había sido otorgada bajo coacción, y Nicolás aborrecía las restricciones a su poder, que había jurado en su coronación transmitir a su hijo. Despidió a la Primera y Segunda Dumas cuando resultaron "insatisfactorias" para él, y modificó unilateralmente los estatutos electorales (en violación de la constitución) para garantizar que más terratenientes fueran elegidos para las futuras Dumas. Aunque la Tercera y la Cuarta Dumas resultantes resultaron más duraderas, todavía discutían con el zar y su gobierno sobre la dirección general de la política estatal y sobre la naturaleza fundamental del estado ruso. En última instancia, con el estallido de la Revolución Rusa de 1917, la Duma asumió un papel de liderazgo en la abdicación del zar, que a su vez condujo a la abolición de la monarquía y el ascenso al poder del Gobierno Provisional Ruso bajo Kerensky.