Se firma la Convención sobre Ciberdelincuencia en Budapest, Hungría.

La Convención sobre el Delito Cibernético, también conocida como la Convención de Budapest sobre el Delito Cibernético o la Convención de Budapest, es el primer tratado internacional que busca abordar los delitos informáticos y de Internet (delito cibernético) mediante la armonización de las leyes nacionales, la mejora de las técnicas de investigación y el aumento de la cooperación entre las naciones. Fue elaborado por el Consejo de Europa en Estrasburgo, Francia, con la participación activa de los Estados observadores del Consejo de Europa, Canadá, Japón, Filipinas, Sudáfrica y Estados Unidos.

El Convenio y su Informe explicativo fueron adoptados por el Comité de Ministros del Consejo de Europa en su 109.º período de sesiones el 8 de noviembre de 2001. Se abrió a la firma en Budapest el 23 de noviembre de 2001 y entró en vigor el 1 de julio de 2004. Como de diciembre de 2020, 65 estados han ratificado la convención, mientras que otros cuatro estados han firmado la convención pero no la han ratificado. Desde que entró en vigor, países importantes como Brasil e India se han negado a adoptar la convención con el argumento de que no participar en su redacción. Rusia se opone a la Convención, afirmando que la adopción violaría la soberanía rusa y, por lo general, se ha negado a cooperar en las investigaciones policiales relacionadas con el delito cibernético. Es el primer instrumento multilateral jurídicamente vinculante para regular el delito cibernético. Desde 2018, India ha estado reconsiderando su posición sobre la Convención después de un aumento en el delito cibernético, aunque persisten las preocupaciones sobre el intercambio de datos con agencias extranjeras. El 1 de marzo de 2006, entró en vigor el Protocolo Adicional a la Convención sobre Delito Cibernético. Los Estados que hayan ratificado el protocolo adicional están obligados a tipificar como delito la difusión de material racista y xenófobo a través de sistemas informáticos, así como las amenazas e insultos motivados por el racismo o la xenofobia.