El parlamento inglés aprueba la primera Ley de Supremacía, convirtiendo al rey Enrique VIII en cabeza de la Iglesia Anglicana, suplantando al Papa ya la Iglesia Católica Romana.

Las Actas de Supremacía son dos leyes aprobadas por el Parlamento de Inglaterra en el siglo XVI que establecieron a los monarcas ingleses como la cabeza de la Iglesia de Inglaterra. El Acta de 1534 declaró al Rey Enrique VIII y sus sucesores como la Cabeza Suprema de la Iglesia, reemplazando al Papa. Esta primera Ley fue derogada durante el reinado de la reina católica María I. La Ley de 1558 declaró a la Reina Isabel I y sus sucesores Gobernador Supremo de la Iglesia, título que aún ostenta la monarca británica.