Salvador Allende asume como presidente de Chile, el primer marxista en convertirse en presidente de un país latinoamericano a través de elecciones abiertas.

Salvador Guillermo Allende Gossens (EE. UU.: Reino Unido: español estadounidense: [salβaˈðoɾ ɣiˈʝeɾmo aˈʝende ˈɣosens]; 26 de junio de 1908 - 11 de septiembre de 1973) fue un médico y político socialista chileno que se desempeñó como el 28.º presidente de Chile desde el 3 de noviembre de 1970 hasta su muerte el 11 de septiembre de 1973. Fue el primer marxista elegido presidente en una democracia liberal en América Latina. La participación de Allende en la política chilena abarcó un período de casi cuarenta años, habiendo ocupado los cargos de senador, diputado y ministro de gabinete. Como miembro comprometido de toda la vida del Partido Socialista de Chile, a cuya fundación había contribuido activamente, se postuló sin éxito a la presidencia nacional en las elecciones de 1952, 1958 y 1964. En 1970, ganó la presidencia como candidato de la coalición Unidad Popular, en una reñida carrera a tres bandas. Fue elegido en una segunda vuelta por el Congreso, ya que ningún candidato había obtenido la mayoría.

Como presidente, Allende buscó nacionalizar las principales industrias, ampliar la educación y mejorar el nivel de vida de la clase trabajadora. Chocó con los partidos de derecha que controlaban el Congreso y con el poder judicial. El 11 de septiembre de 1973, los militares se movieron para derrocar a Allende en un golpe de estado apoyado por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA). Mientras las tropas rodeaban el Palacio de La Moneda, pronunció su último discurso prometiendo no renunciar. Más tarde ese día, Allende se suicidó, aunque ha habido cierta controversia sobre la causa de su muerte y algunos creen que se trata de un asesinato.

Después de la muerte de Allende, el general Augusto Pinochet se negó a devolver la autoridad a un gobierno civil y, más tarde, Chile fue gobernado por una junta militar hasta 1990, lo que puso fin a más de cuatro décadas de gobierno democrático ininterrumpido. La junta militar que asumió disolvió el Congreso de Chile, suspendió la Constitución e inició un programa de persecución de presuntos disidentes, en el que desaparecieron o fueron asesinados al menos 3.095 civiles.