Segunda Guerra Mundial: Durante la Batalla de Moscú, Joseph Stalin se dirige al pueblo soviético por segunda vez.
La Batalla de Moscú fue una campaña militar que consistió en dos períodos de combates estratégicamente significativos en un sector de 600 km (370 millas) del Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial. Tuvo lugar entre octubre de 1941 y enero de 1942. El esfuerzo defensivo soviético frustró el ataque de Hitler a Moscú, la capital y ciudad más grande de la Unión Soviética. Moscú fue uno de los principales objetivos militares y políticos de las fuerzas del Eje en su invasión de la Unión Soviética.
La Ofensiva Estratégica Alemana, denominada Operación Tifón, requería dos ofensivas de pinza, una al norte de Moscú contra el Frente Kalinin por parte de los Ejércitos Panzer 3 y 4, cortando simultáneamente el ferrocarril Moscú-Leningrado, y otra al sur del Óblast de Moscú contra el Frente Occidental al sur de Tula, por el 2º Ejército Panzer, mientras que el 4º Ejército avanzó directamente hacia Moscú desde el oeste.
Inicialmente, las fuerzas soviéticas llevaron a cabo una defensa estratégica del óblast de Moscú mediante la construcción de tres cinturones defensivos, el despliegue de ejércitos de reserva recién creados y el traslado de tropas de los distritos militares de Siberia y el Lejano Oriente. Cuando se detuvieron las ofensivas alemanas, una contraofensiva estratégica soviética y operaciones ofensivas a menor escala obligaron a los ejércitos alemanes a regresar a las posiciones alrededor de las ciudades de Oriol, Vyazma y Vitebsk, y casi rodearon a tres ejércitos alemanes. Fue un gran revés para los alemanes y el fin de su creencia en una rápida victoria alemana sobre la URSS. Como resultado de la ofensiva fallida, el mariscal de campo Walther von Brauchitsch fue destituido como comandante supremo del ejército alemán, y Hitler lo reemplazó en el cargo.