Alfredo Astiz, capitán de Argentina
Alfredo Ignacio Astiz (nacido el 8 de noviembre de 1951) es un excomandante, oficial de inteligencia y comando naval que sirvió en la Armada Argentina durante la dictadura militar de Jorge Rafael Videla durante el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983). Era conocido como El Ángel Rubio de la Muerte (el "Ángel rubio de la muerte") y tenía fama de torturador notorio. Fue dado de baja del ejército en 1998 después de defender sus acciones en una entrevista de prensa.
Fue miembro del GT 3.3.2 (Task Group 3.3.2) con sede en la Escuela de Mecánica Naval (ESMA) de Buenos Aires durante la Guerra Sucia de 1976-1983. La escuela fue adaptada como centro secreto de detención y tortura para presos políticos. Hasta 5.000 presos políticos fueron interrogados, torturados y asesinados en la ESMA durante esos años. GT3.3.2 estuvo involucrado en algunas de las 8.961 muertes y otros delitos documentados por una comisión nacional después de la restauración del gobierno democrático en Argentina en 1983.
Astiz, especialista en la infiltración de organizaciones de derechos humanos, estuvo implicado en el secuestro en diciembre de 1977 de doce activistas de derechos humanos, entre ellos Azucena Villaflor y otras dos fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo, y dos de nacionalidad francesa, Léonie Duquet y Alice Domon, que eran monjas católicas. Ninguno de los doce fue visto con vida fuera de la detención y se creía que todos habían muerto, se rumoreaba que estaban entre los cuerpos arrojados a las playas del sur de Buenos Aires a fines de 1977. Al comienzo de la Guerra de las Malvinas de 1982, Astiz se rindió con su equipo a British efectivo. Suecia y Francia querían interrogarlo sobre las "desapariciones" de sus ciudadanos a manos suyas pero, teniendo en cuenta las cuestiones de los Convenios de Ginebra, el Reino Unido lo hizo interrogar por un policía británico. Astiz se negó a responder cualquier pregunta. El Reino Unido no pensó que tenía motivos para retenerlo o procesarlo, ya que era sospechoso de delitos cometidos en Argentina que entonces no estaban tipificados como contrarios al derecho internacional, y lo repatrió. En 1986 y 1987, Argentina aprobó las Leyes de Indulto, otorgando una especie de amnistía a militares y oficiales de seguridad por crímenes cometidos durante la Guerra Sucia. En 1990, un tribunal francés condenó a Astiz en rebeldía por el secuestro de Duquet y Domon y lo condenó a cadena perpetua.
Después de que la Corte Suprema de Argentina dictaminó en 2005 que las Leyes de Indulto (Ley de Obediencia Debida y Ley de Punto Final) eran inconstitucionales, el gobierno reabrió el enjuiciamiento de casos de crímenes de guerra. Ese año Astiz fue detenido acusado de secuestro y tortura. Una fosa común con varios cuerpos no identificados fue encontrada en julio de 2005 en un cementerio a unos 400 kilómetros al sur de Buenos Aires; Las pruebas forenses de ADN identificaron a Duquet, Villaflor y otras dos Madres fundadoras de Plaza de Mayo. El enjuiciamiento de los cargos contra Astiz incluyó asesinato. Junto con muchos otros acusados asociados con la ESMA, Astiz fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua en Argentina por crímenes de lesa humanidad el 26 de octubre de 2011.