289 personas mueren y 265 resultan heridas en el incendio del metro de Bakú, el desastre subterráneo más mortífero de la historia.
El 28 de octubre de 1995 se produjo un incendio en el metro de Bakú, la capital de Azerbaiyán, entre las estaciones de Ulduz y Nariman Narimanov. Según cifras oficiales, el fuego mató a 289 personas: 286 pasajeros (incluidos 28 niños) y tres rescatistas, mientras que 270 personas resultaron heridas. Se consideró que el incendio había sido causado por un mal funcionamiento eléctrico, pero no se excluyó la posibilidad de un sabotaje deliberado.
Aunque varias personas que evacuaron el tren sobrevivieron, el incendio sigue siendo el desastre subterráneo más mortífero del mundo. Una persona, Chingiz Babayev, recibió póstumamente el título de Héroe Nacional de Azerbaiyán por salvar la vida de los pasajeros.