Turpio, noble franco

Turpio (o Turpion; muerto el 4 de octubre de 863) fue un conde de Angulema en el imperio franco. Las fuentes son contradictorias en cuanto a la fecha de su nombramiento como conde y su lealtad, pero coinciden en que murió tratando de defenderse de una incursión de los vikingos.

En 838, cuando el emperador Luis el Piadoso condujo un ejército a Aquitania para sofocar la rebelión de su nieto Pipino, reemplazó a los condes que se habían unido a Pipino, como el hermano de Turpio, Emeno, conde de Poitou, con personas designadas por él mismo. Según Adhemar de Chabannes, escribiendo a principios del siglo XI, Turpio fue nombrado Conde de Angulema. Sin embargo, Lupus de Ferrières, en una carta fechada en 840, dirigida al abad Marcward de Prüm o quizás al obispo Jonas de Orleans, convierte a un tal Rainald (Reinoldus), no a Turpio, en el nuevo Conde de Angoulême, e insinúa que Turpio estaba en el lado de Pepin. Siempre que comenzó el mandato de Turpio, su característica principal fue una serie de incursiones vikingas, que culminaron en la gran incursión de 862–63, en la que se aliaron con Pepin, sitiaron Toulouse y asaltaron los Angoumois, matando a Turpio en la batalla. El Chronicon Aquitanicum registra, en el año 863, que "Turpio, conde de Angoulême, luchó con los hombres del norte, matando a su rey, llamado Maurum, y él mismo siendo asesinado". Los Annales Engolismenses proporcionan una fecha para la batalla y la muerte de Turpio: el cuarto día de los nones de octubre de 863. Su relato es más detallado:

El conde Turpio, fortísimo caballero y el mejor defensor, hombre magnífico, amante del clero, constructor de iglesias y restaurador de los pobres, se unió a los hombres del norte en la batalla y mató a Mauro, solo para ser asesinado; y toda la región fue capturada y quemada.

Turpio fue sucedido por su hermano Emeno, quien está registrado como conde de Angulema en el momento de su muerte en 866.