Batalla de Zenta: un compromiso importante en la Gran Guerra Turca (1683-1699) y una de las derrotas más decisivas en la historia otomana.

La Batalla de Zenta, también conocida como la Batalla de Senta, se libró el 11 de septiembre de 1697, cerca de Zenta, Imperio Otomano (actualmente Senta, Serbia), entre los ejércitos otomano y de la Santa Liga durante la Gran Guerra Turca. La batalla fue el compromiso más decisivo de la guerra, y vio a los otomanos sufrir una abrumadora derrota por una fuerza imperial la mitad de grande enviada por el emperador Leopoldo I.

En 1697 se realizó un último gran intento turco de conquistar Hungría; Sultan Mustafa II dirigió personalmente la fuerza de invasión. En un ataque sorpresa, las fuerzas imperiales de los Habsburgo comandadas por el príncipe Eugenio de Saboya se enfrentaron al ejército turco mientras cruzaba el río Tisza en Zenta, a 80 millas al noroeste de Belgrado. Las fuerzas de los Habsburgo infligieron miles de bajas, incluido el Gran Visir, dispersaron al resto, capturaron el tesoro otomano y se llevaron emblemas de la alta autoridad otomana como el Sello del Imperio que nunca antes había sido capturado. Las pérdidas de la coalición europea, por otro lado, fueron excepcionalmente leves.

Como consecuencia inmediata, el Imperio Otomano perdió el control del Banato. Eugene continuó con esta gran victoria incursionando profundamente en la Bosnia otomana. La escala de la derrota obligó al Imperio Otomano a firmar el Tratado de Karlowitz (1699) cediendo Croacia, Hungría, Transilvania y Eslavonia a Austria. Zenta fue una de las mayores derrotas del Imperio Otomano y, en última instancia, marcó el final del dominio otomano en Europa.