Phineas Gage, trabajador ferroviario de Vermont, sobrevive a una barra de hierro de 3,2 cm (1 1⁄4 pulgadas) de diámetro que le atraviesan el cerebro; los efectos informados sobre su comportamiento y personalidad estimulan el pensamiento sobre la naturaleza del cerebro y sus funciones.

Phineas P. Gage (1823–1860) fue un capataz de construcción de ferrocarriles estadounidense recordado por su improbable [B1]:  19  supervivencia de un accidente en el que una gran barra de hierro le atravesó completamente la cabeza, destruyendo gran parte del lóbulo frontal izquierdo de su cerebro, y por los efectos informados de esa lesión en su personalidad y comportamiento durante los 12 años restantes de su vida‍—‌efectos lo suficientemente profundos como para que sus amigos lo vieran (al menos por un tiempo) como "ya no es Gage". [H]: 14

Conocido durante mucho tiempo como el "Caso de la palanca americana"‍—‌una vez denominado "el caso que más que todos los demás está calculado para excitar nuestro asombro, perjudicar el valor del pronóstico e incluso subvertir nuestras doctrinas fisiológicas" ‍—‌Phineas Gage influyó en el siglo XIX discusión sobre la mente y el cerebro, particularmente el debate sobre la localización cerebral,​​[M]: ch7-9 [B] y fue quizás el primer caso que sugirió el papel del cerebro en la determinación de la personalidad, y que el daño a partes específicas del cerebro podría inducir cambios mentales específicos.

Gage es un elemento fijo en los planes de estudio de neurología, psicología y neurociencia,​​[M7]: 149  una de "las grandes curiosidades médicas de todos los tiempos"[M8] y "una parte viva del folclore médico" [R]: 637  frecuentemente mencionado en libros y artículos científicos;[M]: ch14  incluso tiene un lugar menor en la cultura popular. A pesar de esta celebridad, el cuerpo de hechos establecidos sobre Gage y cómo era (ya sea antes o después de su lesión) es pequeño, lo que ha permitido "el ajuste de casi cualquier teoría [deseada] a la pequeña cantidad de hechos que tenemos" [ M]: 290 ‍—‌Gage actuando como una "mancha de tinta de Rorschach"  en la que los defensores de varias teorías contradictorias del cerebro vieron apoyo para sus puntos de vista. Históricamente, los relatos publicados de Gage (incluidos los científicos) casi siempre han exagerado y distorsionado severamente sus cambios de comportamiento, contradiciendo con frecuencia los hechos conocidos.

Un informe de la condición física y mental de Gage poco antes de su muerte implica que sus cambios mentales más serios fueron temporales, por lo que en su vida posterior fue mucho más funcional y socialmente mucho mejor adaptado que en los años inmediatamente posteriores a su accidente. Una hipótesis de recuperación social sugiere que su trabajo como conductor de diligencias en Chile fomentó esta recuperación al proporcionarle una estructura diaria que le permitió recuperar las habilidades sociales y personales perdidas.