La masacre de Hungerford fue un tiroteo en Hungerford, Inglaterra, Reino Unido, el 19 de agosto de 1987, cuando Michael Ryan, de 27 años, mató a tiros a dieciséis personas, incluido un oficial de policía desarmado y su propia madre, antes de suicidarse. Los tiroteos, cometidos con una pistola y dos rifles semiautomáticos, ocurrieron en varios lugares, incluida una escuela a la que había asistido. Otras quince personas también recibieron disparos, pero sobrevivieron. Nunca se ha establecido un motivo firme para los asesinatos.

El ministro del Interior, Douglas Hurd, encargó un informe sobre la masacre. La Ley de Armas de Fuego (Enmienda) de 1988 se aprobó a raíz del incidente, que prohíbe la propiedad de rifles semiautomáticos de fuego central y restringe el uso de escopetas con una capacidad de más de tres cartuchos. Los tiroteos siguen siendo uno de los incidentes con armas de fuego más mortíferos en la historia británica.