Bartolomé Carranza (1503 - 2 de mayo de 1576, a veces llamado de Miranda o de Carranza y Miranda) fue un sacerdote navarro de la Orden de los Dominicos, teólogo y arzobispo de Toledo. Se destaca por haber sido perseguido por la Inquisición española.
Pasó gran parte de su vida posterior encarcelado por cargos de herejía. Fue denunciado por primera vez en 1530 y encarcelado durante 1558-1576.
El juicio final no encontró pruebas de herejía, pero lo recluyó en el claustro dominicano de Santa María sopra Minerva, donde murió siete días después.